Estudiar el comportamiento cuántico en la Tierra es una tarea bastante desafiante para los científicos ya que los efectos de la mecánica cuántica pueden examinarse solo cuando la temperatura es casi cero absoluta.

Así que la NASA ha construido un dispositivo llamado Cold Atom Laboratory (CAL) que puede enfriar los átomos a una fracción de grado por encima del cero absoluto, que es la temperatura más baja posible.

Es un mini-laboratorio, del tamaño de una caja de hielo, que emplea láseres e imanes para enfriar una nube de átomos conocida como condensados de Bose-Einstein (BEC) con fines de investigación.


CAL 

A medida que la gravedad de la Tierra hace que CAL se caliente demasiado, los científicos decidieron lanzar la cámara de enfriamiento al espacio exterior donde la temperatura nunca se enfría más de 2,7 grados por encima del cero absoluto.
La capacidad de mantener una temperatura tan baja es de gran importancia para los investigadores, ya que elimina todas las fuerzas que actúan sobre los átomos y ayuda a estudiar los efectos de la mecánica cuántica, incluida la superfluidez.
Cold Atom Lab fue enviado junto con la nave espacial Orbital ATK Cygnus de la agencia espacial estadounidense el 21 de mayo de 2018 para ser estacionado en la Estación Espacial Internacional. Los investigadores podrán realizar experimentos en el laboratorio más frío del mundo de forma remota durante hasta 6,5 ​​horas todos los días.
Mientras están en la Tierra, los BEC se pueden observar solo durante una fracción de segundo debido a la fuerza de tracción masiva del planeta, mientras que, en el espacio exterior, las partículas que evolucionan libremente pueden monitorearse durante 10 segundos.
Al estudiar estos átomos en el laboratorio supercold, los científicos podrán comprender mejor las características cuánticas de estos átomos y, con suerte, obtener información sobre algunas de las fuerzas más poderosas del universo, como la gravedad y la energía oscura.