En la Universidad Estatal de Ohio han llegado a la conclusión de que la foto que empleamos en el perfil de Facebook es todo cuanto necesita otro usuario para formarse una impresión nuestra. Es decir, las palabras con las que se describe o los mensajes que publica no se tienen en cuenta a la hora de valorar cómo es una persona en las redes sociales, explica Brandon Van Der Heide en la revista Journal of Communication. En sus experimentos comprobaron, entre otras cosas, que si una persona usa como imagen de perfil una fotografía socializando con amigos, aunque escriba en la red social que es un individuo “introvertida”, o que “se siente más feliz encerrado en su habituación con un libro”, quienes visitan su perfil lo identifican y describen como extrovertido. Solo si la foto se sale de “lo normal” o la primera impresión que ofrece es negativa, los usuarios deciden leer el texto antes de juzgar a la persona del perfil, y le dan más peso a las palabras que a la imagen.
La clave, según Van Der Heide, es que las personas tienen expectativas acerca de las fotos que ven en redes sociales. “Si la foto de perfil coincide con lo esperado, no buscan otro tipo de información; pero si la foto se sale de lo normal, leerán el texto que la acompaña y los mensajes en el muro antes de formarse una primera impresión”, concluye el investigador.
Según otro estudio dado a conocer en International Journal of Psychology, mientras que las fotos de perfil de norteamericanos y occidentales tienden a mostrar el rostro del individuo, mostrando un primer plano, los usuarios de Asia acostumbrar a publicar fotos con un plano general que incluye detalles del entorno, objetos (vehículos, etc.) o elementos del paisaje.
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