Ignacio Gestoso y su equipo vieron por primera vez el fenómeno del "polvo de plástico" en Madeira, Portugal, en 2016. Claro, la contaminación plástica en las orillas y en los océanos no es nada nuevo, pero la combinación de plástico y sedimento que el equipo de Gestoso descubrió es algo que nunca se había visto.



El ecólogo marino descubrió que las astillas del polietileno plástico azul, que es una sustancia sintética que se encuentra en todo, desde los envases de juguetes hasta la construcción, se habían incrustado en las superficies de piedra de la playa.

Inicialmente, Gestoso lo descartó como una anomalía hasta que su equipo del Centro de Investigación del Medio Ambiente Marino (MARE) descubrió que el plástico estaba incrustado en casi el 10 por ciento del terreno rocoso y adyacente al océano de Madeira.

Según Sky News , se cree que el polvo plástico es un peligro no solo para la vida marina regional, sino también para los corales y las pesquerías locales.

Si bien el equipo aún no ha estudiado cómo se ha producido este fenómeno, la teoría más lógica ahora es que cuando el océano se retuerce con plásticos flotantes, se estrella contra las rocas marinas y los corales, luego esos plásticos se fusionan con las rocas.

Tal vez esto no debería ser una sorpresa, ya que cada año se desechan más de ocho millones de toneladas de plástico.

Gestoso y su equipo ahora planean regresar al campo para evaluar dónde se está acumulando la mayor cantidad de polvo y por qué. La forma en que este problema recién descubierto nos afectará a todos, a largo plazo, aún no se ha visto, pero seguramente no dará ningún resultado positivo.