El británico Mason Sheppard, de 19 años, y Nima Fazeli, de 22 años, de Orlando, fueron acusados también por su implicación en el supuesto crimen en un tribunal federal de California. Los hackers tuitearon desde 45 de las cuentas pirateadas en las que solicitaban inversiones en bitcoin, una moneda digital. Los mensajes ofrecían enviar 2.000 dólares por cada 1.000 enviados a una dirección anónima de bitcoin. También accedieron a los mensajes directos de 36 usuarios y descargaron la información completa de siete.
La operación consistió en acceder a los sistemas internos de Twitter después de haber robado información de inicio de sesión de varios empleados de la compañía. Tras robar las credenciales y entrar en los sistemas de la red social, los piratas informáticos pudieron apuntar a otros empleados que tenían acceso a herramientas de soporte de cuentas. Con ese acceso, restablecieron la contraseña de las cuentas de los personajes públicos como Kanye West y su esposa, Kim Kardashian.
"Este ataque se basó en un intento significativo y concertado de engañar a ciertos empleados y explotar las vulnerabilidades humanas para obtener acceso a nuestros sistemas internos", explicó hace unas semanas Twitter. La empresa de Jack Dorsey dijo que proporcionará un informe más detallado del ciberataque más adelante "dada la investigación policial en curso".
La Fiscalía del condado de Hillsborough procesará el caso del adolescente. Las autoridades federales ya estaban siguiendo los movimientos de Clark antes del hackeo a Twitter.
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