Blasyk aterrizó en el país hace cuatro años. Se asentó en Barcelona después de haber gestado una historia de éxito en su país. Allí adquirió las empresas de Olisys y Olihost, convirtiéndose en accionista mayoritario de ambas compañías, que en 2019 alcanzaron los 13 millones de facturación. “Cuando llegué a España vi que existía la oportunidad de crecer en el mercado de la nube”, asegura en una videollamada. “Hay muchas empresas que se están digitalizando y buscan a un proveedor que les ofrezca un servicio sencillo y claro, sobre todo sin letra pequeña”, dice Félix Carnero, director de desarrollo del negocio de Nuubb, que cuenta con 200 clientes y que espera un crecimiento del 50% al final de este año, aun con el impacto de la crisis sanitaria que ha azotado al avance de la economía.
Reparto del mercado
De acuerdo con las cifras de IDC, los competidores más pequeños representan el 50% del mercado. “Arañar un 1% de un negocio que va en ascenso, no es ninguna tontería”, resalta Cobisa. En España, aún existe margen para seguir compitiendo. Al menos entre las pequeñas y medianas empresas. De acuerdo con los datos del INE, solo el 10,35% de las empresas con menos de 10 empleados cuentan con un servicio de cloud computing. El porcentaje sube al 24,4% en aquellas compañías con entre 10 y 49 trabajadores. Y al 42,5% para las que cuentan con entre 50 y 249 empleados. “La oportunidad está en las pymes”, dice Blasyk. Durante el confinamiento, este segmento se ha dado cuenta de lo útil que es la nube para continuar con su actividad a través del teletrabajo, añade.
El camino, sin embargo, no está libre de obstáculos. Durante años los grandes proveedores han ido mejorando su oferta, lo que les ha permitido conocer de primera mano las necesidades de las organizaciones, dice José Carlos Perdiguero, responsable de servicios de infraestructura y cloud en atSistemas. “Los nuevos actores del sector tendrán más complicado alcanzar el nivel de confianza que se les exige”, añade. Además, diversas empresas están posponiendo o cancelando proyectos hasta que tengan una mejor idea de hacia dónde va la economía, explica David Bicknell, analista de GlobalData. El teletrabajo puede brindar cierto alivio para los proveedores de servicios de tecnologías de la información, pero las oportunidades para crecer serán pocas, advierte. Nuubb ha sentido en carne propia este efecto.
“Algunos clientes han cerrado por el tema del confinamiento, otros están esperando a ver cuáles son los efectos de la pandemia en la economía para seguir con sus planes”, dice Carnero. Aun así, la empresa catalana avanza a paso firme. Al cierre de 2020, Nuubb prevé aumentar el número de empleados (ahora son seis), abrir una oficina comercial en Madrid y un nuevo centro de datos, también en la capital española, que se sumará a los tres que ya tiene (dos instalados en Francia y uno más en Barcelona).
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