Razones para entender a Twitch como heredero de la radio
Mariano Pagella anota cuatro razones fundamentales por las cuales considera que Twitch es más heredero de la radio que el podcast: el directo, el consumo en segundo plano, el formato charla y el componente visual que ya tiene la radio. “Entre todas las plataformas que más se han popularizado en los últimos años, Twitch es la única que apunta principalmente al vivo. Y lo hace en una época donde han salido infinitos titulares que auguraban que todos los contenidos llevan al on demand. A eso se le suma que Twitch tiene un fuerte consumo en segundo plano. Yo me conecto a Twitch para ver algo en particular, pero hay una gran masa de consumidores que lo tiene encendido todo el día mientras está trabajando o haciendo otra cosa y lo consume de fondo”, explica Pagella. Son habituales, por ejemplo, los canales en los que la gente hace cosas: ¿un escultor que transmite el modelado de una figura de resina en un stream de cinco horas? ¿Y por qué no?
La cualidad conversacional la comparte, indudablemente, con el podcasting, pero la categoría Just Chatting de Twitch es la que más creció desde 2018: “Creo que la razón de su popularidad es la misma por la que se popularizó tanto en radio: es relajada, con improvisación, tienen un papel central la o las figuras que realizan el stream y genera una interacción directa y muy fuerte con sus seguidores”, explica Pagella. Es cierto que los podcasts conversacionales son muy populares pero este tipo de contenido en el ecosistema Twitch replica, más bien, un uso muy similar al de las tertulias de la radio en directo.
Por último, Twitch aporta la imagen como elemento diferenciador e intentando trascender el debate de si los vídeos de programas de radio en Youtube o en parrillas televisivas son radio o no, lo cierto es que la imagen ya se ha instalado en la mayoría de las emisoras del mundo, otorgándole un valor preponderante en una distribución sustentada, mayoritariamente, por las redes sociales. “Hoy en día los canales de vídeo son una parte importante de audiencia para todas las radios y Twitch es simplemente la evolución de eso en una mejor plataforma”, concluye Pagella.
Algo similar opina Alejandro Csome, exproductor de podcasts en Lunfa.fm y streamer en Twitch, que señala un quinto motivo que tendría que ver con el aspecto participativo: “En la radio se da de una forma acotada, puntualmente; en Twitch es constante. Ese flujo de información afecta al contenido que se está haciendo. Twitch es una evolución en esa condición participativa e interactiva que tiene la radio. En Twitch, por ejemplo, puedes agarrar a toda tu audiencia e irte a otro canal y decir: 'Aquí pasa esto, quédense escuchándolo'. Esto en la radio sería impensable”.
Comentar el audio para dotarle de valor
Otra de las confluencias entre la radio y Twitch tiene que ver con cierta estética del streamer que se asemeja mucho a la del podcaster o productor radiofónico: siempre auriculares puestos y micrófono delante de la boca: “Si alguna emisora de radio restableciese el puente discursivo y narrativo con los jóvenes, no tendría problemas en adaptar su transmisión en vivo (con música, anécdotas e interacción con las audiencias) a un streaming de Twitch (lugar por excelencia de esas audiencias)”, explica Espada.
¿Podría entonces la categoría Just Chatting de Twitch formar parte de la estrategia de las radios? ¿El formato audio es menos comentable que el audiovisual? ¿Tendría sentido concebir Twitch como canal de postescucha, es decir, como plataforma en la que seguir ensanchando el universo de un podcast, creando un club o grupo de escucha del mismo? “No sería mala opción, sobre todo, para audioseries con vocación de interacción con el público, más todavía ante temáticas tan propias del gusto de los adolescentes como el terror o el true crime. ¿Podría Serial haber dado lugar a un canal en la plataforma de juegos de Amazon si se hubiese estrenado ahora?”, se pregunta Pedrero. En una dirección similar se dirige Csome cuando afirma que “como Twitch no está pensada para el sonido únicamente, el streamer suele dejar el sonido en segundo plano”. Lo que sí tendría en común con el podcast es la posibilidad de generar contenido de nicho, para analizar un podcast o incluso para hacer tutorial de cómo se escribe o edita un podcast: “El oyente de Twitch es mucho más podcast-friendly que una persona de más de 60 años que sólo ve televisión o escucha la radio”, concluye Csome.
Algunos de los contenidos que más triunfan en Twitch tienen que ver con las reacciones a vídeos. Pero reaccionar a un corte de audio es muy complicado. “La escucha colectiva de un audiolibro, por ejemplo, creo que sería crear una experiencia totalmente nueva, me resulta superinteresante; yo he organizado reuniones virtuales de escucha para analizar piezas de audio. Pero no lo veo como algo tan natural como lo de las series de Amazon Prime”, apunta Pagella. A esta razones consustanciales al formato y a su naturaleza se yuxtapone un motivo externo que tiene que ver con la desaparición progresiva desde los años 60 de la radio (y, por consiguiente, del podcast) de la crítica mediática o cultural. Cuando aparece, suele estar ligado a tecnología o a negocios, raramente se pone el foco en el contenido y en su valor intrínsecamente cultural.
La escucha colectiva en la radio es algo connatural a su nacimiento pero qué sucede con otros formatos de audio como el podcast o el audiolibro cuyo consumo favorece un entorno íntimo e individual. El pasado julio Spotify perfeccionaba su función de Group Session, a través de la cual los usuarios de Spotify Premium de todo el mundo pueden sintonizar la misma lista de reproducción o el mismo podcast simultáneamente. Es decir, la gran fortaleza ancestral de la radio en un escenario digital: todos escuchando y sintiendo lo mismo al mismo tiempo. Nada sustancialmente nuevo.
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