La falta de sueño es una preocupación tanto para los adultos como para los niños. Según un estudio de 2016 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, más de un tercio de los adultos estadounidenses no duermen lo suficiente . El sueño inadecuado puede tener consecuencias graves para la salud, incluido un mayor riesgo de desarrollar afecciones crónicas como obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y depresión. También es peligroso. Según la National Sleep Foundation, se cree que la falta de sueño es la causa de 100.000 accidentes de tráfico, 76.000 lesiones y 1.500 muertes al año.
La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASM) recomienda que los adultos de 18 a 60 duerman al menos siete horas por noche para una salud óptima, y la Fundación Nacional del Sueño dice que los adultos de hasta 64 años deben dormir de siete a nueve horas por noche.
Para los niños, no dormir lo suficiente puede ser particularmente problemático. Sus cuerpos y mentes aún están creciendo y madurando y el sueño es una parte crucial del desarrollo saludable. Los estudios han demostrado que dormir lo suficiente mejora la atención de los niños; comportamiento ; salud emocional, mental y física; así como su capacidad para aprender y recordar. Cuando los niños no duermen lo suficiente, sus cuerpos tampoco pueden combatir las infecciones (un gran problema para los niños en edad escolar, que están constantemente expuestos a enfermedades contagiosas como los resfriados en el aula). La falta de sueño en los niños también se ha relacionado con la obesidad y los cambios de humor y puede interferir con la capacidad del niño para concentrarse y prestar atención.
Por eso es especialmente importante que los padres tomen medidas para asegurarse de que los niños duerman lo suficiente. Si su hijo tiene problemas para irse a la cama regularmente o tiene problemas para dormir , asegúrese de establecer buenas rutinas para la hora de dormir y hable con su médico si esas medidas aún no suman suficientes zzz.
Cuánto sueño necesita un niño
En 2016, la AASM sugirió las siguientes recomendaciones de sueño para niños para una salud óptima:
- Bebés de 4 a 12 meses: 12 a 16 horas (incluidas las siestas)
- Niños de 1 a 2:11 a 14 horas (incluidas las siestas)
- Niños de 3 a 5 años: de 10 a 13 horas (incluidas las siestas)
- Niños de 6 a 12 años: de 9 a 12 horas
- Niños de 13 a 18 años: de 8 a 10 horas
Si sus hijos no reciben lo suficiente, no tema. Puede tomar medidas para asegurarse de que duerman el tiempo que necesitan.
Establezca una buena rutina para la hora de dormir
Tener una rutina establecida para la hora de dormir , como un baño, un cuento y luces tenues o música suave, puede relajar a los niños y ayudarlos a conciliar el sueño. Además, esté atento a las señales de que su hijo no está durmiendo lo suficiente, como problemas para mantenerse despierto en la escuela, irritabilidad y problemas para despertarse por la mañana.
Mantenga las habitaciones libres de pantallas
El tiempo frente a la pantalla es un factor cada vez mayor en el hecho de que los niños no duerman lo suficiente. Los mensajes de texto, las publicaciones en Instagram y la televisión dificultan que los niños se duerman y duerman bien. No permita que los niños traigan televisión, teléfono celular, tableta o computadora a su habitación. Este es también un gran consejo de seguridad para los padres porque pueden monitorear mejor cómo se usa el teléfono e intervenir antes de que problemas como el ciberacoso o el uso inapropiado se conviertan en problemas en la vida de un niño.
Manténgase al tanto de la tarea
Ayude a los niños a aprender a administrar sus tareas. Los niños de hoy reciben más tareas que las generaciones anteriores, incluso en los grados más jóvenes. Ayude a su hijo a aprender cómo manejar bien las tareas (por ejemplo, no esperar hasta el último minuto para hacer un proyecto que puede tardar varios días en completarse y hacer la tarea poco después de llegar a casa en lugar de antes de acostarse) para que esté menos estresado por la tarea y puede irse a la cama a tiempo.
Si su hijo todavía tiene dificultades para irse a dormir, busque las razones por las que puede ser reacio a irse a la cama, como querer quedarse despierto con sus hermanos mayores, estar demasiado cansado o incluso ansioso por algo.
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