Cuando inscribe a sus hijos en deportes, espera que se diviertan, hagan algo de ejercicio y aprendan nuevas habilidades. Como padre, nada es más desgarrador que descubrir que las actividades deportivas de su hijo están siendo eclipsadas por el acoso escolar.

Ya sea que el entrenador acose a su hijo o un compañero de equipo, la experiencia puede ser devastadora para ambos. La buena noticia es que hay algunas cosas que puede hacer para ayudar.


Bullying en los deportes juveniles

Si su joven atleta está sufriendo acoso, puede perder la confianza y comenzar a desempeñarse mal. Es posible que jueguen tentativamente y se preocupen constantemente por lo que los demás piensen de ellos. Cuando son acosados, los niños pueden perder todo el disfrute de los deportes e incluso pueden dejar el equipo.

El acoso en los deportes puede adoptar diversas formas. Los tipos comunes de acoso incluyen:

  • Atacar a los miembros del equipo porque a un "líder" del equipo no le agradan.
  • Acosar a los miembros del equipo cuando cometen un error durante el juego.
  • Intimidar a los jugadores más prometedores para eliminar la competencia por las mejores posiciones y el protagonismo.
  • Apuntar, intimidar y coaccionar a los nuevos miembros del equipo y obligarlos a demostrar que pertenecen al equipo.
  • Dirigirse a alguien porque recibe más atención y elogios del entrenador o porque parece ser el favorito del entrenador.
  • Amenazar a los miembros del equipo para que les vaya bien en los juegos y las prácticas porque podrían robar el protagonismo.
  • Dirigirse a los miembros del equipo que no se desempeñan tan bien como los demás.

Lo que puedes hacer

Si sus hijos están lidiando con el acoso en los deportes, aquí hay algunas cosas que puede hacer para ayudar.

Aprenda sobre el acoso escolar

Empiece por leer sobre los diferentes tipos de acosadores, los factores de riesgo para convertirse en acosadores y cómo detectar las señales de advertencia del acoso. Cuanto más sepa sobre el comportamiento de intimidación, mejor preparado estará para ayudar a su hijo.

Escuche a su hijo

Cuando se habla de incidentes de intimidación, es importante que sea su hijo quien hable. Descubra qué está pasando y cómo les hace sentir el acoso. Asegúrese también de preguntarle a su hijo qué quiere hacer al respecto.

El objetivo no es asumir el control, sino permitir que los niños se conviertan en defensores de sí mismos.


Empoderar a su hijo

Brinde a sus hijos herramientas para lidiar con el acoso, como alejarse, decirle a un adulto o decirle al acosador con voz firme que se detenga. Por ejemplo, su hijo podría decir: "Ya tuve suficiente de tu drama. Solo quiero divertirme. ¡Detente ahora!"

Advierta a sus hijos que no se disculpen por sus habilidades en el deporte. Equípelos con ideas sobre cómo manejar estas situaciones difíciles. Enséñeles cómo defenderse de los acosadores y cómo enfrentarse a un acosador .

Decirle a un acosador que se detenga requiere coraje, pero a veces es la mejor acción que los niños pueden tomar cuando manejan a los acosadores en el campo.


Haga que su hijo participe en la resolución del problema

Siempre es una buena idea pedir la opinión de su hijo antes de ir directamente al entrenador. Su hijo puede tener miedo a las represalias. Deberá ser sensible a esta preocupación al abordar el acoso escolar. Deberán trabajar juntos para encontrar posibles soluciones.


Enseñar habilidades de autodefensa

En lugar de acudir al entrenador usted mismo, capacite a su hijo para que se acerque a él por su cuenta para hablar sobre el acoso que está experimentando.

Cuando enseñe a sus hijos a defenderse por sí mismos contra los acosadores en lugar de que usted intervenga y les brinde protección, sus hijos desarrollarán la confianza en sí mismos.

Busque ayuda

Si necesita intervenir en nombre de su hijo, pídale al entrenador que se reúna con usted en persona. Al realizar una reunión cara a cara, demuestra que está comprometido a lograr que se resuelva el problema.

También puede ayudar a proporcionar documentación de todos los incidentes de intimidación, especialmente si la situación se agrava y es necesario contactar a la policía u otras fuentes externas.

Hacer un seguimiento

Asegúrese de que el entrenador sepa que su objetivo es que su hijo se sienta seguro en el equipo. Pregunte qué pasos planea tomar el entrenador para garantizar la seguridad de su hijo.

También desea asegurarse de que el entrenador de su hijo se dé cuenta de que incluso si el acoso se detiene, el solo hecho de estar cerca del acosador puede causarle estrés y ansiedad a su hijo. Descubra qué se puede hacer para ayudar a su hijo.

Si el acoso no se ha resuelto, o si el entrenador no se toma la situación en serio, es posible que deba considerar acudir a los administradores de la escuela.

Si ha seguido todos estos pasos y el problema no se resuelve, es posible que deba sacar a su hijo de la situación. Primero, deberá hacerse algunas preguntas importantes. ¿Es el acoso lo suficientemente grave como para que pueda involucrar a la policía? ¿Puede su hijo jugar en un equipo diferente?

Lo mejor que puede hacer es darles opciones a sus hijos en lugar de insistir en que "se esfuercen". En algunos casos, pueden sentirse aliviados de dejar el equipo. Por otro lado, si están decididos a encontrar una manera de permanecer en el equipo, comprométase a trabajar con ellos en estrategias para lidiar con los acosadores.