Todos los niños pueden beneficiarse (y probablemente disfrutarán) de rodar, atrapar, patear, botar y lanzar una pelota, un juguete económico, fácil de conseguir y versátil. Jugar con pelotas mejora las habilidades motoras de los niños, la coordinación ojo-mano y la sincronización, que son partes importantes del progreso del desarrollo de los niños pequeños . Las habilidades que los niños aprenden jugando con pelotas también serán importantes una vez que se gradúen en el juego colaborativo y competitivo.
Lo que aprende su hijo
Las pelotas son juguetes imprescindibles. Puedes presentárselos a tu bebé desde muy temprano porque fortalecen inmediatamente las habilidades motoras y familiarizan a los pequeños con su entorno. Al principio, los bebés gravitan hacia cosas que ruedan. Su bebé quedará fascinado por el movimiento continuo de una pelota. Las pelotas permiten que los niños se sientan en control de algo más que de sus propios movimientos.
Las pelotas ayudan a desarrollar las habilidades de equilibrio y permiten que los pequeños practiquen la transferencia de un objeto de una mano a la otra.
Hacer rodar una pelota de un lado a otro es una forma de construir un vínculo social entre dos personas (usted y su bebé, o su bebé y un hermano o compañero de juegos). Este juego de turnos es también una introducción al concepto de causa y efecto.
Los niños pequeños disfrutarán descubriendo las habilidades de una pelota y los diferentes efectos de rebotar, rodar, lanzar y patearla. 2 Una pelota seguirá siendo un juguete entretenido mientras su hijo pasa del juego independiente y el juego paralelo al juego colaborativo, que es vital para desarrollar habilidades sociales , como aprender a compartir, a seguir reglas y a negociar.
Elegir la pelota correcta
Tiene una amplia variedad de opciones de bolas, con variaciones en tamaño, textura y firmeza. Las pelotas grandes requieren dos manos para lanzarlas, lo cual es una habilidad completamente diferente a lanzar una pequeña pelota de tenis con una mano. Dele a su niño pequeño la oportunidad de practicar con ambos.
Seguridad de la pelota
Todas las pelotas para bebés y niños pequeños deben ser lo suficientemente grandes para que no representen un peligro de asfixia. Generalmente, esto significa que la bola debe tener un diámetro de al menos 1,75 pulgadas (puede usar un inserto de rollo de papel higiénico como guía) para que su hijo no pueda tragarla accidentalmente.
Las mejores pelotas para niños pequeños en general pueden ser las pelotas Wiffle porque son livianas y tienen agujeros que las hacen fáciles de manejar para los niños pequeños. También es menos probable que causen lesiones o daños.
Para uso en interiores, es posible que desee elegir bolas Wiffle o bolas pequeñas y blandas que tienen menos probabilidades de romper algo. Las pelotas de playa también pueden ser una alternativa divertida. Mantenga las pelotas grandes y / o pesadas al aire libre, o úselas adentro solo cuando pueda supervisar.
Reglas de juego
Establezca reglas básicas sobre el lanzamiento de pelotas, adentro o afuera, y hágalas cumplir. También debe establecer reglas sobre no lanzar pelotas a otras personas, excepto cuando estén preparadas para atraparlas. Enséñele a su hijo que las pelotas no deben usarse como arma y que las pelotas lanzadas dentro de la casa pueden causar daños.
Cualquier juego que juegue con una pelota también tendrá reglas apropiadas para la edad del niño. Un niño pequeño puede ser demasiado pequeño para entender otras reglas que no sean las necesarias para la seguridad, así que mantenga sus juegos simples (y los artículos que se puedan romper lejos).
Almacenamiento de bolas
Una caja grande o una canasta que se mantiene en el piso sirve como almacenamiento y como lugar para lanzar las pelotas para un juego divertido. Las cestas de mimbre, las cestas de ropa y los recipientes de plástico funcionan bien. Asegúrese de que el recipiente no sea lo suficientemente profundo como para que los niños pequeños puedan caerse cuando estén tratando de recuperar sus juguetes.
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