Una persona con un trastorno del control de impulsos a menudo no puede resistir el impulso repentino y enérgico de hacer algo que pueda violar los derechos de los demás o entrar en conflicto con las normas sociales. Estos comportamientos impulsivos pueden ocurrir de forma repetida, rápida y sin tener en cuenta las consecuencias de las acciones. La piromanía (provocar incendios intencionalmente) y la cleptomanía (el impulso de robar) son ejemplos bien conocidos, pero hay otros.
Signos y síntomas
Hay algunos signos y síntomas que pueden indicar un trastorno del control de impulsos en algunas personas. No siempre es fácil identificar un trastorno, pero las siguientes señales pueden ser motivo de atención.
- Síntomas de comportamiento : Robar, mentir , iniciar incendios, comportamiento de riesgo o promiscuo, comportamientos agresivos o volátiles.
- Síntomas cognitivos : comportamiento obsesivo, problemas de organización, disfunción ejecutiva y poca capacidad de concentración.
- Síntomas sociales y emocionales : baja autoestima, retraimiento o aislamiento social, desapego y / o ansiedad, cambios drásticos en pensamientos y estados de ánimo, y sentimientos de culpa o arrepentimiento.
Cuando una conducta se convierte en un trastorno
Por lo general, una acción impulsiva es el resultado de la tensión que se ha acumulado hasta el punto en que la persona ya no puede resistirla. Sin embargo, la sensación inmediata de alivio de actuar sobre la base de un comportamiento impulsivo es de corta duración.
Pueden seguir sentimientos como la culpa o la vergüenza, y los actos impulsivos repetidos pueden llevar a una serie de consecuencias negativas, como una mayor angustia emocional o arrepentimiento, a largo plazo.
Cuando el costo emocional o el comportamiento impulsivo se vuelve inmanejable o interrumpe seriamente la vida cotidiana, una causa probable es un trastorno del control de impulsos .
Factores de riesgo
Los factores estresantes tanto internos como externos son desencadenantes conocidos del deterioro del control de los impulsos. Se cree que muchos tipos de trastornos del control de impulsos provienen de vulnerabilidades neurológicas subyacentes junto con tensiones ambientales.
Algunos factores de riesgo incluyen:
- Ser hombre (los hombres son más propensos a sufrir trastornos del control de impulsos que las mujeres)
- Predisposición genética
- Uso crónico de drogas o alcohol.
- Estar sometido a trauma, abuso o negligencia.
- Exposición a violencia o agresión
Ciertos tipos de desequilibrios químicos pueden contribuir a un trastorno del control de impulsos en algunas personas. Los problemas de salud mental adicionales, como los trastornos bipolares o de la personalidad, a menudo coexisten en personas con un trastorno del control de impulsos.
Tipos y tratamientos comunes
El término trastorno de control de impulsos es una categoría de problemas de salud mental que incluyen trastornos disruptivos, de control de impulsos y de conducta. Algunos tipos comunes de trastornos del control de impulsos incluyen:
Piromanía
Las personas con este tipo de trastorno del control de impulsos inician incendios deliberadamente sin tener en cuenta la destrucción o las lesiones que puedan causar sus acciones. Es común que muchos pirómanos convictos con piromanía evidente también tengan trastornos de la personalidad, como trastornos de personalidad antisocial y límite.
El tratamiento a menudo incluye abordar cualquier enfermedad mental subyacente con medicamentos. También se han utilizado técnicas de terapia cognitivo-conductual.
Trastorno explosivo intermitente
El trastorno explosivo intermitente se diagnostica cuando una persona, en múltiples ocasiones, ha actuado por impulsos agresivos y ha cometido actos gravemente agresivos, como asalto o destrucción de propiedad. Una forma de identificarlo es por la gravedad del comportamiento agresivo de la persona (es muy desproporcionado con el desencadenante que lo precedió).
Los estudios han encontrado una relación entre el trastorno de estrés post-traumático (TEPT) y trastorno explosivo intermitente.
Las personas con trastorno explosivo intermitente pueden beneficiarse de un tratamiento que incluya tanto medicamentos como terapia cognitivo-conductual.
Cleptomanía
Este es el impulso constante e irresistible de robar. La cleptomanía es inusual porque las personas con este trastorno del control de impulsos a menudo pueden robar cosas que tienen poco valor personal o monetario.
La cleptomanía puede tener subtipos que se parecen más al trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y otros que son más similares a los trastornos adictivos y del estado de ánimo. Es común que las personas con cleptomanía (y sus familiares de primer grado) tengan otros problemas psiquiátricos o de adicción comórbidos.
Las opciones de tratamiento eficaces para la cleptomanía pueden variar según el subtipo evidente en el individuo. Se ha demostrado que la terapia cognitivo-conductual y la medicación son eficaces. Los estabilizadores del estado de ánimo, los antidepresivos y los antagonistas opioides se han mostrado prometedores en determinadas circunstancias.
Existen otros trastornos del control de los impulsos además de los descritos anteriormente. Un profesional capacitado puede proporcionar una evaluación completa y un programa de tratamiento integral que desarrolla y fortalece las habilidades sociales. Por ejemplo, un terapeuta puede enfocarse en la resolución de problemas, formas de superar una fijación con gratificación instantánea y estrategias para frenar los impulsos a través de técnicas que ayudan a desarrollar un mejor autocontrol.
0 Comentarios